Historia de los Inventos Chinos. El Presente y el Futuro. Recientes Innovaciones Chinas de Vanguardia
Por Larry Romanoff, 24 de Octubre, 2019
Traducción: PEC
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China, como nación, tiene el más largo y, con mucho, vasto historial de inventos de la historia del mundo. Se calcula que más del 60% de todo el conocimiento que existe hoy en día en el mundo se originó en China, un hecho que Occidente esconde bajo la alfombra.
Joseph Needham, bioquímico británico, historiador científico y profesor de la Universidad de Cambridge, está considerado como uno de los intelectuales más destacados del siglo XX. Estudiantes chinos que visitaban Cambridge le informaron repetidamente de que los métodos y descubrimientos científicos occidentales que se discutían en sus clases se habían originado en China siglos atrás. Needham estaba tan intrigado que llegó a dominar el chino y viajó a China para investigar. Descubrió voluminosas pruebas de la veracidad de esas afirmaciones y decidió quedarse en China para escribir un libro que documentara lo que consideraba un descubrimiento de gran importancia para el mundo. Needham nunca completó su tarea de catalogar la historia de la invención china. Su único libro se convirtió en 26 libros y murió en 1995, aunque su trabajo sigue siendo continuado hoy por sus alumnos. Una buena introducción a este tema es el resumen de Robert Temple sobre la obra de Needham. (1)
A todos nos enseñaron en la escuela que la imprenta con tipos móviles fue inventada en Alemania por Johannes Gutenberg hacia el año 1550. No es así. China no sólo inventó el papel, sino también la imprenta con tipos móviles, que era de uso común en China 1.000 años antes de que naciera Gutenberg. Del mismo modo, nos enseñaron que el inglés James Watt inventó la máquina de vapor. No fue así. Las máquinas de vapor se utilizaban de forma generalizada en China 600 años antes de que naciera Watt. Existen textos y dibujos antiguos fechados que ilustran y demuestran que los chinos descubrieron y documentaron el “triángulo de Pascal” 600 años antes de que Pascal lo copiara, y que los chinos enunciaron la Primera Ley del Movimiento de Newton 2.000 años antes de que éste lo hiciera.
Lo mismo ocurre con miles de inventos que Occidente reclama ahora como suyos, pero de los que existe documentación concluyente que demuestra que se originaron en China cientos y a veces miles de años antes de que Occidente los copiara. No en vano Marco Polo es descrito en China como “el gran ladrón de Europa”. Los siguientes párrafos están adaptados principalmente de la información del libro de Temple, que recomiendo encarecidamente.
Los chinos inventaron el sistema numérico decimal, las fracciones decimales, los números negativos y el cero, tan lejos en el tiempo que su origen se pierde en la noche de los tiempos. Los chinos rastrearon las manchas solares y los cometas con tanto detalle y precisión que estos antiguos registros siguen sirviendo de base para su predicción y observación en la actualidad. Los chinos perforaban pozos de gas natural hace unos 2.500 años, a 1.800 metros de profundidad, con tuberías de bambú para llevar el gas a las ciudades cercanas. Los chinos fueron pioneros en la extracción y uso del carbón mucho antes de que se conociera en Occidente. Marco Polo y los comerciantes árabes se maravillaban de la “piedra negra” que los chinos extraían del suelo y que ardía lentamente durante toda una noche.
China ya imprimía papel moneda hace casi 1.500 años, con el fin de evitar su falsificación. El papel para envolver, las servilletas de papel y el papel higiénico eran de uso generalizado en China 2.000 años antes de que Occidente pudiera producirlos. Fueron los primeros en inventar y desarrollar un reloj mecánico completo con mecanismo de escape real, muchos siglos antes de que lo hicieran los suizos. Los chinos inventaron un ingenioso sismógrafo que aún se utiliza y que indica no sólo la intensidad, sino la dirección y la distancia de los terremotos. Los chinos inventaron los globos aerostáticos, el paracaídas, el vuelo tripulado con cometas, la carretilla y las cerillas. Inventaron los laboratorios herméticos para los experimentos científicos. Inventaron las transmisiones por correa y cadena, el barco de vapor de ruedas de paletas, el rotor y la hélice de helicóptero, el puente de arco segmentado. Inventaron el uso de la energía hidráulica y las bombas de cadena, la manivela, todos los métodos de construcción de puentes colgantes, los calibradores deslizantes, el carrete de pesca, la proyección de imágenes, las linternas mágicas, el sistema de suspensión con cardán. China no sólo inventó las ruecas, las cardadoras y los telares, sino que fue líder mundial en innovaciones técnicas en la fabricación de textiles, más de 700 años antes de la revolución textil británica del siglo XVIII.
Los conocimientos chinos sobre la porcelana fina eran tan avanzados hace milenios, que incluso hoy se admite que su capacidad nunca ha sido igualada en Occidente, y mucho menos superada. Los chinos no sólo descubrieron el magnetismo, sino también la remanencia y la inducción magnética, así como la brújula. Inventaron la pólvora, las bombas de humo, el cañón, la ballesta, los chalecos antibalas, los fuegos artificiales, los lanzallamas, las granadas, las minas terrestres y marítimas, los cohetes de varias etapas, los morteros y los cañones de repetición. China tenía canales de riego que también se utilizaban para el transporte, y los chinos inventaron las esclusas de los canales que podían subir y bajar barcos a diferentes niveles 1.500 años antes de que los americanos construyeran el Canal de Panamá. China tiene presas a prueba de terremotos que funcionan hoy en día y que fueron construidas alrededor del año 250 a.C.
Hace un milenio, los chinos concibieron y desarrollaron la ciencia de la inmunología: vacunar a la gente contra enfermedades como la viruela, sabiendo cómo extraer y preparar la vacuna para inmunizar y no infectar. Descubrieron el ritmo circadiano del cuerpo humano, la circulación sanguínea y la ciencia de la endocrinología. Los chinos utilizaban la orina de las mujeres embarazadas para fabricar hormonas sexuales hace 2.000 años, comprendiendo cómo actuaban en el cuerpo y cómo utilizarlas. Todavía existen muchos libros médicos chinos centenarios que documentan todo esto y mucho más. Alrededor de 1550, China compiló una enorme enciclopedia de medicina tradicional china a base de hierbas de 52 volúmenes que describía casi 2.000 fuentes de hierbas y 10.000 recetas médicas. Entre ellas se encuentra el aceite de chaulmoogra, que sigue siendo el único tratamiento conocido para la lepra.
China diseñó y construyó los mayores barcos comerciales del mundo, que eran muchas veces más largos y diez veces más voluminosos que todo lo que Occidente podía construir en aquella época. A finales del siglo XVI, los mayores barcos ingleses desplazaban 400 toneladas, mientras que los chinos desplazaban más de 3.000 toneladas. Los barcos occidentales eran pequeños, incontrolables y frágiles, e inútiles para recorrer cualquier distancia. Hace miles de años, los barcos chinos contaban con compartimentos estancos que les permitían continuar los viajes aunque estuvieran dañados. Además, los barcos chinos no sólo tenían varios mástiles, sino que China inventó las velas de grátil que permitían navegar casi en dirección al viento, tal y como hacen los veleros hoy en día, por lo que no dependían de la dirección del viento para viajar. Sus velas de grátil contenían listones de bambú cosidos que mantenían las velas llenas y eran eficientes desde el punto de vista aerodinámico, como las que utilizan los veleros de competición hoy en día. Los chinos inventaron el timón del barco, algo que los europeos nunca consiguieron, ya que sólo podían gobernarse con remos, y las velas europeas sólo les permitían viajar en la dirección del viento, lo que significaba que un barco tenía que permanecer en su sitio, a veces durante meses, a la espera de un viento favorable.
Los mapas chinos eran los mejores del mundo, por órdenes de magnitud, durante más de un milenio, y la precisión de sus mapas llegó a ser legendaria, estando muy por delante de Occidente. Los chinos inventaron las proyecciones de Mercator, los mapas en relieve, la cartografía cuantitativa y los trazados en cuadrícula. China disponía de brújulas y de unos conocimientos astronómicos tan amplios que siempre sabían dónde se encontraban, podían trazar rumbos y seguirlos tanto con brújula como con cartas estelares, y podían navegar hacia donde quisieran, independientemente de la dirección del viento. Como señalaba Needham, China estaba tan adelantada al mundo occidental en materia de navegación que las comparaciones son simplemente vergonzosas. Sólo cuando Occidente consiguió copiar y robar la tecnología de navegación de China, pudo empezar a recorrer el mundo y a colonizarlo.
James Petras escribió: “Es especialmente importante destacar cómo China, la potencia tecnológica mundial entre 1100 y 1800, hizo posible la aparición de Occidente. Sólo tomando prestadas y asimilando las innovaciones chinas pudo Occidente hacer la transición a las economías capitalistas e imperialistas modernas.” (2)
China estaba 1.000 años por delante de Occidente en todo lo relacionado con los metales: hierro fundido, hierro forjado, acero, acero al carbono, acero templado, acero soldado. Los chinos eran tan hábiles en metalurgia que podían fundir campanas afinadas que podían producir cualquier tono. Mucho antes del año 1.000 d.C., China era el principal productor de acero del mundo. Creo que fue James Petras quien señaló que en el año 1.000 d.C. China producía unas 125.000 toneladas de acero al año, mientras que 800 años después Gran Bretaña sólo podía producir 75.000 toneladas. (1) Los chinos inventaron los altos hornos y el fuelle de doble acción para alcanzar las altas temperaturas necesarias para la fundición y el recocido de los metales. Inventaron la fabricación de acero a partir del hierro fundido. Se destacaron en la creación de aleaciones metálicas, y muy pronto fundieron y forjaron monedas de cobre, níquel y zinc. Todo el proceso de extracción, fundición y purificación del zinc se originó en China. Los chinos desarrollaron los procesos de minería propiamente dichos, y la concentración y extracción de metales.
China estaba altamente avanzada en la agricultura, habiendo inventado el abanico aventador y la sembradora, lo que facilitaba el proceso de labranza, siembra y cosecha. Los europeos y los americanos seguían sembrando los cultivos esparciendo el grano desde un saco, una práctica muy derrochadora que obligaba a guardar el 50% de la cosecha de cada año para sembrar. China desarrolló arados científicamente eficientes que nunca han sido igualados y que todavía se utilizan en todo el mundo. Inventaron y desarrollaron los arneses y collares para animales que permitieron por primera vez utilizar los caballos para tirar de la carga. Europa no tenía un arado eficaz y su única forma de atar a los animales era ponerles una cuerda al cuello, lo que sólo conseguía que se estrangularan. Los chinos inventaron las sillas de montar y los estribos. La producción de alimentos de China estuvo a la cabeza del mundo durante más de 1.000 años, y sus avances en la agricultura fueron la causa de la revolución agrícola de Europa, que le permitió empezar a alimentarse adecuadamente. Los chinos vestían finas prendas de seda y algodón y utilizaban papel higiénico, mientras que siglos después los europeos seguían vistiendo pieles de animales.
Pocas personas en Occidente conocen las esferas armilares de China. Estas maravillas del mundo, fundidas en bronce de varios metros de diámetro y bellamente decoradas con dragones y aves fénix, son algunos de los instrumentos de observación astronómica más antiguos y precisos que existen, algunos creados hace más de 3.500 años, cuando los países occidentales no tenían conocimiento de tales cosas. Determinan y miden las posiciones y coordenadas ecuatoriales eclípticas y horizontales de los cuerpos celestes, las posiciones y los movimientos diarios de 1.500 estrellas y constelaciones, y mucho más. Cuando las fuerzas occidentales invadieron China a finales del siglo XIX, quedaron tan cautivadas que saquearon la mayor parte de estos tesoros y los siglos de datos de los antiguos observatorios, desmontando los instrumentos y llevándoselos a Europa, devolviéndole algunos a China como parte de los Tratados tras la Primera Guerra Mundial.
Uno se queda boquiabierto al conocer la enorme cantidad de inventos chinos que existieron cientos de años, y a menudo milenios, antes de que aparecieran en Occidente. Needham publicó no sólo textos chinos antiguos que pueden fecharse con precisión, sino fotos de dibujos antiguos que representan claramente todos estos artículos. No se trata de un simple asunto de pólvora y fuegos artificiales, sino de un descubrimiento que abarca toda la gama del conocimiento humano, todo lo cual ha sido conscientemente ocultado al mundo occidental. Needham hizo sus descubrimientos en la década de 1940, pero ni la educación ni los medios de comunicación occidentales han hecho referencia a ellos ni los han reconocido. No se trata de meras afirmaciones; las pruebas son concluyentes y están disponibles para su examen, pero Occidente ha borrado por completo a China de la memoria histórica del mundo.
Mitos y Tergiversación
Los historiadores occidentales han distorsionado e ignorado el papel dominante de China en la economía mundial hasta aproximadamente el 1800. Existe una enorme cantidad de datos empíricos que demuestran la superioridad económica y tecnológica de China sobre la civilización occidental durante la mayor parte de varios milenios. Dado que China fue la potencia tecnológica suprema del mundo hasta aproximadamente el 1800, es especialmente importante destacar que esto es lo que hizo posible la aparición de Occidente. Sólo copiando y asimilando las innovaciones chinas y la tecnología mucho más avanzada de China, Occidente pudo hacer la transición a las economías capitalistas e imperialistas modernas. Hasta entonces, China era la principal nación comercial, llegando a la mayor parte del sur de Asia, África, Oriente Medio y Europa. Las innovaciones de China en la producción de papel, la impresión de libros, las armas de fuego y las herramientas dieron lugar a una superpotencia manufacturera cuyas mercancías se transportaban por todo el mundo mediante el sistema de navegación más avanzado. Además, la banca, una economía estable de papel moneda, una excelente manufactura y altos rendimientos agrícolas hicieron que la renta per cápita de China superara a la de Gran Bretaña hasta aproximadamente el 1800.
No sólo eso, sino que, como señaló James Petras, “… la mayoría de los historiadores económicos occidentales han presentado a la China histórica como una sociedad estancada, atrasada y parroquial, un “despotismo oriental”“. China nunca fue así. En el siglo XIII, Marco Polo describió a China como un país mucho más rico y avanzado que cualquier otro país europeo, y destacados filósofos europeos como Voltaire se fijaron en la sociedad china como ejemplo intelectual, y los británicos utilizaron especialmente a China como modelo para establecer una administración pública meritocrática. (3)
Un primer pensamiento al revisar esta investigación es que el mundo debió parecerle muy primitivo a China hace 500 años, verdaderamente “tercermundista” en aquella época. Cuando Zhang He y otros realizaron sus viajes de exploración, debieron de sentirse decepcionados por lo que encontraron. En el resto del mundo no había ni papel ni imprenta, ni matemáticas, ni ciencia, ni apenas medicina, ni casi metalurgia, una agricultura mayoritariamente primitiva, ni manufacturas de valor, ni porcelana, ni ruecas ni telares para hacer ropa. Al repasar la historia de la invención china, uno tiene cada vez más la sensación de que los chinos miraron al mundo y no encontraron nada interesante en todas aquellas sociedades que estaban siglos, y en algunos casos milenios, por detrás de China en casi todos los aspectos. Se puede teorizar fácilmente que ésta es la razón por la que China se cerró al mundo en aquella época, concluyendo que las otras naciones estaban tan atrasadas que poco se ganaría con un contacto prolongado. Uno puede imaginar que regresaron a casa y cerraron la puerta, quizás planeando volver en otros 500 años para ver si las cosas habían progresado. Con el añadido de los detalles, lo más probable es que los acontecimientos se desarrollasen así.
Lo que China no esperaba era que Occidente robara todas estas ideas, las convirtiera en armas de colonización y de guerra, y que volviera a la nación que fue la fuente de ese conocimiento y la invadiera para colonizar, robar recursos y esclavizar y masacrar a la población. El interés de China siempre fue sólo la exploración y el comercio. Los chinos nunca fueron expansionistas ni belicosos, sólo querían proteger sus propias fronteras de la invasión desde el Norte. China no estaba preparada para la naturaleza violenta y la brutalidad salvaje del hombre blanco que navegaba por el mundo, invocando la bendición de su Dios para sus innumerables atrocidades. Unido a un gobierno nacional débil y a la inventiva de los judíos de Bagdad, al utilizar el opio para cosechar miles de millones mientras esclavizaban a una nación bajo la protección de los militares británicos, tenemos la grave oscilación descendente durante 200 años.
Dos Grandes Tragedias Históricas
El resumen anterior ni siquiera empieza a catalogar adecuadamente el alcance de la invención china, de la suma de los descubrimientos y contribuciones de China al mundo moderno. Pero, desgraciadamente, gran parte de la suma total de conocimientos e historia de la invención de China se ha perdido para el mundo para siempre. Una gran parte del conocimiento registrado de la historia de China fue destruida en uno de los mayores actos de genocidio cultural de la historia del mundo: el saqueo y el incendio del Palacio de Verano de China, el Yuanmingyuan, que contenía más de diez millones de los mejores y más valiosos tesoros históricos y obras académicas de 5.000 años de historia china. Lo que no pudo ser saqueado fue destruido, y todo el enorme palacio se quemó hasta los cimientos. Este robo gratuito y la destrucción total de una de las mayores colecciones de conocimiento histórico del mundo fueron planeados por los Rothschild y los Sassoon en represalia por la resistencia china a su opio. (4) (5)
Esto es un inciso, pero la destrucción del Yuanmingyuan se hizo por la misma razón por la que los aliados bombardearon Dresde hasta reducirla a escombros durante la Segunda Guerra Mundial. Dresde no tenía ningún valor militar pero era el corazón espiritual y cultural de Alemania, su destrucción significaba “abrir una herida en el alma alemana que nunca se curaría”. Precisamente por la misma razón, el “estado profundo” americano estaba salvajemente decidido a lanzar la primera bomba atómica sobre Kioto, también el corazón y el alma de la cultura japonesa. Kioto fue protegida por la Providencia, con una fuerte cobertura de nubes que impidió a los bombarderos localizarla con suficiente precisión, obligándoles a sus alternativas de Hiroshima y Nagasaki.
Pero en términos de destrucción de un registro literario de la cultura y la invención, hubo quizás un crimen aún mayor contra la historia del conocimiento chino: la destrucción de la biblioteca y el Yongle Dadian de la Academia Hanlin. (6) Esa enciclopedia de 22.000 volúmenes escritos por más de 2.000 eruditos a lo largo de muchos años, contenía gran parte del total de 5.000 años de conocimiento, invención y pensamiento chinos. Los británicos sacaron todos esos libros al exterior, les echaron combustible y quemaron toda la colección hasta convertirla en cenizas. Sólo Dios sabe lo que se perdió en esa trágica destrucción, ordenada por los mismos narcotraficantes como castigo por rechazar el opio, con la intención de quebrar la voluntad de China golpeando el corazón mismo de la cultura de la nación, con la destrucción gratuita de algo de valor tan inestimable como para dejar una herida abierta que nunca sanaría. Sólo unos 150 volúmenes sobrevivieron a la incineración, 40 de los cuales residen hoy en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, que no tiene intención de devolvérselos a China.
El Darwinismo en su Máxima Expresión
Los occidentales justifican hoy en día su no reconocida apropiación de los conocimientos chinos, y sus consiguientes reclamaciones de propiedad, con alguna variante de la proposición de que los chinos inventaron esas cosas, pero nunca las desarrollaron ni las capitalizaron, pero la afirmación es una tontería inválida e interesada, ya que mi invento es mío, decida o no desarrollarlo. La afirmación también es falsa.
Cuando los chinos inventaron el papel y la imprenta, los libros se extendieron por toda China, al igual que el tejido de tela y el desarrollo de los textiles. China empleó sus inventos de forma ilimitada en beneficio de la sociedad china. Lo que no hicieron fue registrar patentes, convertir todo en propiedad intelectual privada y transferir su ingenio del beneficio social al beneficio privado. Las críticas al uso que hace China de sus inventos no se refieren tanto a la falta de aplicación como a la ausencia de comercialización; estas justificaciones occidentales implican que cualquier nación que no se esfuerce inmediatamente por maximizar el beneficio de sus descubrimientos es moralmente negligente, y el robo de esos descubrimientos queda entonces justificado por quienes los utilizarían más adecuadamente. Se trata del ladrón de bancos que se atribuye la máxima moral al afirmar que ha dado un mejor uso al dinero del que el banco habría hecho.
Haber renunciado a la comercialización privada no era ni un defecto de carácter ni un error de comportamiento, sino un reflejo de la naturaleza pluralista y socialista del pueblo chino, la misma razón por la que incluso hoy las leyes y regulaciones de patentes y propiedad intelectual de China son mucho menos agresivas que las de los Estados Unidos. En pocas palabras, China nunca ha sido tan capitalista ni tan individualista como Occidente. Forma parte de la grandeza de la nación china el hecho de que esta inmensa población se haya dedicado durante milenios a una investigación, un descubrimiento y una invención asombrosos y haya distribuido libremente esos frutos por toda la nación. Este énfasis en el bien mayor y en el beneficio general para la sociedad, más que en el beneficio individual, es fundamental para la humanidad natural del pueblo chino, y no se puede permitir que sea destruido por el modelo sociópata occidental que se promueve con tanta fuerza hoy en día sobre la base de una superioridad moral ficticia.
Occidente elige ignorar el hecho de que el paréntesis de 200 años en la innovación de China se debió casi por completo a sus propias invasiones militares, cuando Occidente estaba asolando y destruyendo la nación. El desarrollo, el progreso social y la invención de China sólo cesaron a partir de las invasiones de americanos y europeos, y muy especialmente con el vasto programa de tráfico de opio de los judíos en China.
Quizás lo más interesante sea que el retraso de China en la tecnología actual sea, más que nada, un desafortunado accidente del destino que ocurrió durante un parpadeo en el tiempo. Después de que Mao desalojara a todos los extranjeros y China se sacudiera los efectos de 200 años de injerencia extranjera y saqueo para iniciar la transición a una economía industrializada, fue precisamente cuando el mundo de la electrónica y la comunicación explotó. Fue durante ese breve periodo de un par de décadas cuando los ordenadores, Internet, los teléfonos móviles y mucho más, fueron concebidos y patentados por Occidente. Prácticamente todo el proceso pasó por alto a China, porque durante ese breve periodo la nación estaba totalmente envuelta en los fundamentos de su revolución económica y social, y no estaba en condiciones de participar. La falta de patentes y propiedad intelectual de China en el campo de la electrónica no se debe hoy en día ni a la superioridad occidental ni a la falta de innovación china, sino a la agresión occidental. La acumulación de patentes americanas y europeas no se debe en absoluto a la supremacía occidental en materia de innovación, sino a la ausencia de los chinos.
El Presente y el Futuro
La inventiva de China no ha terminado. Con la recuperación de China y la recuperación del lugar que le corresponde en el mundo, continúa donde lo dejó hace 200 años. Ignorando el retroceso histórico, las empresas chinas no hacen más que pasar por encima de las primeras etapas de innovación de las empresas extranjeras y pasar a etapas posteriores en las que el campo está abierto y las patentes extranjeras no han impedido la innovación y el desarrollo.
Si examinamos los campos en los que China va a la zaga hoy en día en cuanto a patentes y propiedad intelectual, es principalmente en aquellas áreas de la ciencia que progresaron durante ese breve periodo en el que China no pudo participar. Tan pronto como China encontró su equilibrio, la innovación continuó sin cesar como lo había hecho durante miles de años. China se perdió las patentes de ordenadores y teléfonos inteligentes, pero llegó en el momento justo a la revolución de los paneles solares y se convirtió rápidamente en el líder mundial, momento en el que Estados Unidos impuso aranceles del 300% a los paneles solares chinos en un intento no tanto de acabar con las ventas de exportación de China como de impedir la acumulación de fondos para más I+D. En cualquier ámbito que no se vea perjudicado por la restricción de la propiedad intelectual, la innovación de China se ha disparado, normalmente hasta alcanzar el liderazgo mundial.
A pesar de las acusaciones de los EE.UU. de que China copia tecnología extranjera, los logros de alta tecnología de China fueron enteramente de cosecha propia, porque EE.UU. ha estado tan decidido a obstaculizar el ascenso de China que en 1950 diseñó un embargo internacional sobre todo el conocimiento científico y sobre casi todos los productos y procesos útiles para China, incluyendo la legislación de que los científicos chinos no pueden ser invitados o participar en los foros científicos americanos, mientras intimidan a otras naciones occidentales para que hagan lo mismo. En octubre de 2019, a todos los científicos chinos y a las empresas de tecnología espacial se les negó el visado para asistir al Congreso Astronáutico Internacional de una semana de duración en Washington, lo que no es ni mucho menos la primera vez que ocurre.
En los medios de comunicación occidentales se habla mucho de que China exige transferencias de tecnología como condición para la residencia de las empresas en el país, pero esto es sobre todo propaganda. No cabe duda de que las expectativas de transferencia de tecnología y conocimientos técnicos se producen, ya que China no quiere pasarse el resto de su vida fabricando tostadoras y zapatillas de deporte, pero dado que la entrada en el mercado chino supone un regalo de miles de millones en beneficios, es perfectamente sensato ponerle un precio. Sin embargo, hay que tener en cuenta que ninguna empresa extranjera está llevando a cabo investigación comercial de vanguardia o militar sensible, o fabricando ordenadores cuánticos y misiles hipersónicos en China. Cualquier tecnología realmente disponible para su transferencia estaría casi por completo en bienes de consumo, y difícilmente constituiría un gran valor o una amenaza para la “seguridad nacional” de los Estados Unidos. Además, en prácticamente todos los campos e industrias de vanguardia, como la computación cuántica, las telecomunicaciones 5-G o la energía solar, China ya ha superado a Estados Unidos.
Breve Lista de Innovaciones Chinas Recientes
En 2015, los ingenieros chinos anunciaron la primera red de comunicaciones cuánticas del mundo, un sistema de 2.000 kilómetros que une Pekín y Shanghái con transmisión de datos codificados mediante distribución de claves cuánticas. En agosto de 2016, China lanzó el primer satélite de comunicaciones cuánticas del mundo y logró probar la comunicación con las estaciones terrestres existentes en el país. En septiembre de 2016, científicos chinos lograron el primer teletransporte cuántico del mundo entre fuentes independientes, entregando información cuántica cifrada en fotones entre dos lugares.
En 2014, investigadores de la Universidad de Nankai, en Tianjin, desarrollaron un coche con una unidad de control cerebral operativa, con sensores que captaban las señales cerebrales y permitían a los humanos controlar el automóvil con la mente. En 2016, China lanzó un laboratorio espacial totalmente operativo para realizar los primeros experimentos de interacción cerebro-máquina en el espacio. Los científicos chinos creen que la interacción cerebro-ordenador acabará siendo la forma más elevada de comunicación entre humanos y máquinas, habiendo desarrollado este proceso mucho más que cualquier nación occidental y contando con casi 100 patentes.
En 2015, unos estudiantes de secundaria de Tianjin ganaron una medalla de oro internacional por la creación de una batería biológica de microbios. En el pasado, estos intentos fracasaron por su escaso rendimiento y su limitada utilidad, pero estos estudiantes concibieron la idea de combinar varios tipos de bacterias en una célula de energía biológica, en la que cada bacteria tenía responsabilidades especializadas basadas en sus propias funciones únicas. Su diminuta célula multibacteriana alcanzó más de 520 mV y duró más de 80 horas. A mayor escala, su batería biológica era capaz de generar tanta energía como una batería de litio, con una vida mucho más larga y sin producir contaminación. Estos son chicos chinos de secundaria.
En 2015, científicos chinos lograron modificar un embrión humano para permitir que los cambios persistieran a través de las generaciones futuras, algo que nunca se había logrado, alterar el ADN humano para eliminar genes peligrosos o no deseados de las generaciones futuras. Los investigadores chinos están desarrollando la tecnología y los procesos para hacer realidad la piel impresa en 3D, una piel a medida para los pacientes con quemaduras, impresa según sus heridas. El país es líder mundial en tecnología de escaneo tomográfico, en mapeo y síntesis de ADN, y en muchos campos médicos como la cirugía ocular con láser y los trasplantes de córnea.
En mayo de 2019, una start-up china lanzó un revolucionario chip de IA con la potencia de cálculo de ocho servidores P4 de NVIDIA, pero hasta cinco veces más rápido, con la mitad de tamaño y el 20% del consumo de energía, y con un coste de fabricación un 50% menor. La Universidad de Fudan, en Shanghái, desarrolló un transistor basado en sulfuro de molibdeno bidimensional, lo que significa que la computación y el almacenamiento de datos se dan juntos en una sola célula, eliminando quizás los chips basados en el silicio, que están al límite. DJI Technology, fundada por un universitario chino, se ha convertido en pocos años en el líder del mercado mundial de los pequeños drones de consumo, y ya atrae las sanciones americanas por tener demasiado éxito en un área que Estados Unidos quiere controlar. El país produce casi el 40% de los robots del mundo, con tecnologías básicas muy mejoradas, y es el líder mundial en tecnología 5-G.
Ingenieros chinos crearon un superordenador siete veces más rápido que la instalación americana de Oak Ridge, el primero del mundo en alcanzar velocidades superiores a los 100 PetaFlops, impulsado por una CPU multinúcleo desarrollada por China y un software chino, al tiempo que desbancaba a Estados Unidos como país con más superordenadores entre los 500 primeros. Tras la revelación del superordenador superrápido de China, las autoridades informaron de que la NSA había lanzado cientos de miles de ataques de piratería informática, buscando robar la tecnología de los nuevos microprocesadores chinos.
Las habilidades de la ingeniería de China en megaproyectos son ya legendarias, con los puentes marítimos más largos, los túneles más largos, los mayores puertos de aguas profundas. China ha construido en Zhangjiajie el puente de cristal más largo y más alto del mundo, que cuelga entre dos escarpados acantilados a 300 metros del suelo, y que batió 10 récords mundiales por la envergadura de su diseño y construcción. La presa de las Tres Gargantas es la mayor del mundo, con esclusas de 5 niveles que pueden contener los barcos más grandes del mundo, y también un ascensor para barcos más pequeños que es el mayor y más sofisticado del mundo. China ha formulado planes para construir un colisionador de electrones, cuatro veces más largo (100 Kms) y que funcione con una capacidad energética más de siete veces superior a la del CERN europeo. En 2015, los científicos chinos terminaron el radiotelescopio de 500 metros, el mayor del mundo con diferencia, con una superficie más de diez veces superior a la de la instalación americana de Puerto Rico.
En 2014, unos arquitectos de Ámsterdam empezaron a trabajar en lo que iba a ser la primera casa del mundo completamente impresa en 3D, una empresa costosa que requirió tres años. Exactamente al mismo tiempo, en Shanghái, una empresa china completó diez casas impresas en 3D en menos de un día, con un coste inferior a 5.000 dólares cada una, utilizando como “tinta” chatarra industrial y de construcción reciclada. He visto estas casas; grandes y elegantes estructuras de varios pisos de estilo europeo, y tan resistentes que pueden soportar terremotos de hasta de nivel 8 en la escala de Richter.
Conocemos los fabulosos trenes de alta velocidad chinos, pero pocos fuera de China son conscientes de la gran calidad de la red HSR, construida con los más altos estándares del mundo moderno, incluida la estabilidad. Cuando viajo en tren, a veces coloco una moneda por su borde en el alféizar de la ventana, y tengo un vídeo en el que la moneda permanece estable durante cuatro o cinco minutos antes de que finalmente se caiga, y esto a 300 Kms por hora. Shanghái tiene un tren Maglev de alta velocidad (430 Kms/h), mientras que muchas ciudades tienen Maglev de baja velocidad (200 Kms/h), y los ingenieros chinos están listos para producir comercialmente un Maglev de 600 Kms/h. El mismo ritmo de desarrollo se da en los sistemas de metro urbano del país. He perdido la fuente de estas cifras, pero la ciudad de Londres necesitó 147 años para construir 408 Kms. de líneas de metro, la ciudad de Nueva York 106 años para 370 Kms., París 110 años para 215 Kms, mientras que Shanghai sólo necesitó 20 años para construir 500 Kms.
Ha pasado desapercibido que estos logros no fueron repentinos, sino que se desarrollaron a partir de un plan deliberado en ejecución durante 30 años, aunque sólo recientemente muchos de estos esfuerzos están dando sus frutos. Y lo que es más importante, China lo ha conseguido a partir de una base industrial tercermundista mientras estaba sometida a un embargo total de Occidente sobre la transferencia de tecnología. Los científicos chinos han desarrollado plantas de energía nuclear, han enviado hombres al espacio, han fotografiado toda la superficie de la luna, han construido una estación espacial y han diseñado y lanzado un sistema GPS privado. Los chinos han diseñado y construido sumergibles para aguas profundas, y el país está desarrollando rápidamente su propia industria aeronáutica. Hoy en día, con su base científica y tecnológica mucho más avanzada, y con un gasto en educación que aumenta casi un 10% al año, y un gasto en I+D muy elevado, la invención y la innovación sólo pueden aumentar.
Una Nota Final
Uno de los mitos más persistentes que se propagan sobre China, una afirmación sin una pizca de evidencia, es que los chinos carecen de creatividad e innovación debido a los defectos de su sistema educativo. Hemos visto las acusaciones cientos de veces: El sistema educativo chino sólo enseña a memorizar y ahoga la innovación, los chinos son incapaces de conceptualizar o innovar, sólo saben cómo conseguir altas puntuaciones en los exámenes pero no cómo pensar. Aquí habla Carly Fiorina, la antigua directora general de H-P: “Llevo décadas haciendo negocios en China, y te diré que sí, los chinos saben hacer un examen, pero lo que no saben hacer es innovar. No son terriblemente imaginativos. No son emprendedores. No innovan. Por eso roban nuestra propiedad intelectual… la innovación y el espíritu empresarial no son sus puntos fuertes. Su sociedad, así como su sistema educativo, están demasiado homogeneizados y controlados para fomentar la imaginación …” (7) La afirmación es una completa tontería por más razones de las que tengo espacio para relatar aquí.
En 2015, Eva Dou informó en el Wall Street Journal de un estudio de McKinsey que afirmaba que China había realizado todas las innovaciones “fáciles”, como hacer productos mejores y más baratos, pero que “el país tiene historias de éxito limitadas en tipos de innovación “más desafiantes” que dependan de avances científicos o de ingeniería.” Las conclusiones de McKinsey no están respaldadas por las pruebas que se enumeran aquí. (8)
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Los escritos del Sr. Romanoff se han traducido a 30 idiomas y sus artículos se han publicado en más de 150 sitios web de noticias y política en idiomas extranjeros en más de 30 países, así como en más de 100 plataformas en inglés. Larry Romanoff es consultor de gestión y empresario jubilado. Ha ocupado altos cargos ejecutivos en empresas de consultoría internacional y ha sido propietario de un negocio internacional de importación y exportación. Ha sido profesor visitante en la Universidad Fudan de Shanghai, presentando casos prácticos de asuntos internacionales a las clases del último año del EMBA. El Sr. Romanoff vive en Shanghai y actualmente está escribiendo una serie de diez libros relacionados generalmente con China y Occidente. Es uno de los autores que contribuyen a la nueva antología de Cynthia McKinney “When China Sneezes” (Cuando China estornuda), Cap. 2 “Tratar con Demonios”.
Puede contactarse con él en: 2186604556@qq.com
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Notas
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Copyright © Larry Romanoff, Moon of Shanghai, 2020